
En ese entonces el común denominador en mis sueños eran imágenes en blanco y negro, así fue por muchos, muchos años; en estos sueños los personajes interactuaban reflexionando conmigo sobre la perdida de mis seres queridos, siempre, en medio de la noche despertaba y comenzaba a hacer bocetos de estos personajes, en realidad solo eran transportaciones de mi mundo onírico.

El barro que les cubría fue la representación de este vínculo personal. Suponiendo siempre que la muerte era eso, principio y fin de todo lo que conocía.
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